dimecres, 8 d’abril del 2009

Crucifixión

EN PLENA SEMANA SANTA... Zapatero lleva su procesión por dentro. Los últimos días podrían haber sido para él 'jornadas de resurrección y gloria', ya que se ha dado su mayor atracón de encuentros con líderes mundiales -incluido el 'Mesías' Obama- desde que es presidente. Sin embargo, la pandilla de chismosos impenitentes que le rodean y las continuas filtraciones a la prensa, han hecho que desde el domingo hasta ayer martes cada uno de sus pasos fuera un auténtico calvario.

Pero a estas horas, Zapatero ya se ha quitado la corona de espinas, porque al fin anunció su cacareada remodelación de Gobierno ¡¿Remodelación?! Perdón, en propiedad de lo que cabe hablar es de creación de un Ejecutivo nuevo. Porque aquí no ha quedado prácticamente títere con cabeza.

Lo nunca visto: un sólo año de legislatura ha bastado para que el presidente crucifique a la práctica totalidad de los ministros en los que, se suponía, tanta confianza tenía depositada. Pedro Solbes, Magdelena Álvarez, Bernat Soria, Mercedes Cabrera, César Antonio Molina... Uno tras otra y viceversa cayeron ayer como fichas de dominó.

Y en su lugar, entran en el Gobierno caras nuevas y no tan nuevas, como las de Manuel Chaves, Pepiño Blanco, Trinidad Jiménez, Ángel Gabilondo, Ángeles González-Sinde..., y la del propio Zapatero, que a partir de ahora será presidente y 'forofo número uno' de Deporte. -Mi duda es: ¿si la próxima cumbre del G20 coincide con un partido de la selección de fútbol o alguna final de Nadal, a qué acto acudirá?-

La conclusión es obvia: no estamos ante un mero cambio cosmético en Moncloa, no se trata sólo de que Zapatero estuviera ya hasta la coronilla del abatimiento indisimulado de un Pedro Solbes con ganas de apuntarse a los viajes del Imserso... No, estamos ante un Gobierno completamente nuevo...

Pero esto, lejos de ser algo positivo, sólo constata que Zapatero se equivocó hace un año, que metió la pata hasta el fondo, y que al final no le ha quedado más remedio que reconocer que diseñó un Gobierno nefasto, que apenas ha hecho nada en los últimos 12 meses, compuesto por personas frívolas, inexpertas, sin cualificación suficiente..., y que se han pulido las esperanzas de los más de 11 millones de personas que revalidaron la mayoría absoluta del PSOE en menos que canta un gallo...

Y siendo así las cosas, ¿no hubiera sido mejor una limpieza total, y haber despedido en el mismo lote también a otros ministros que se han demostrado igual de ineficaces como la de Vivienda, Beatriz Corredor, o la de Igualdad, Bibiana Aído, o el de 'bombillas', Miguel Sebastián?

Y otra conclusión igual de evidente: si en 2008 Zapatero demostró que es capaz de nombrar ministros dejándose llevar por afinidades personales, por sus célebres 'ocurrencias', por golpes de efecto sin poso ni reposo suficiente... ¿no piensa el presidente que ahora los ciudadanos pensarán que ha vuelto a actuar con la misma frivolidad?

Por ejemplo, en lo que tiene que ver con las cosas de comer, que con eso no se juega... Las encuestas de Internet ayer no dejaban lugar a dudas: 9 de cada 10 internautas cree que Elena Salgado no será una buena sustituta de Solbes. Tampoco los agentes sociales abrazan con optimismo su nombramiento al frente de Economía ¿Es que a Zapatero no le decían de pequeño que los experimentos hay que hacerlos con gaseosa? ¿Es que piensa que esto de gobernar es una cosa tan trivial que la próxima Semana Santa puede volver a cambiar de arriba a abajo a todo el Consejo de Ministros si éstos de ahora también le salen rana?

Comprenderá Zapatero que, con la que está cayendo, y después de un año de legislatura..., no vayamos a dar a los nuevos ministros 100 días de gracia; todo lo más, les dejaremos tranquilos hasta después del Domingo de Resurrección... Pero más nos vale que esta vez Zapatero haya estado más acertado que hace 12 meses, porque, si no, en su próxima remodelación va a tener que fichar a Batman, Supermán y al Tío Gilito para que nos saquen de ésta.

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