dimarts, 20 de gener del 2009

Y Bush se fue

UN HOMBRE, UN LUGAR y una nación para un único momento histórico, ¿o dos? Hoy Barack H. Obama se ha convertido en el 44º presidente de los EEUU, el primer hombre negro en alcanzar la Casa Blanca. Y hoy también George W. Bush se ha ido, definitivamente, a las bucólicas praderas tejanas. Los fastos de coronación han sido presenciados por unos dos millones de personas, muchos más por Internet y televisión. Pero, ¿por qué sonrían, gritaban y lloraban de alegría? ¿Por el que llega o por el que se va?

En el Marine One, el helicoptero presidencial, se ha subido por última vez el presidente más impopular que ha existido en EEUU, desde que la empresa Gallup empezó a hacer sus encuestas. La última indica que 71 de cada 100 estadounidenses tienen una opinión negativa de él. Bush es más impopular que Richard Nixon cuando fue obligado a dimitir. En el resto del mundo Bush es igualmente rechazado. El Centro de Investigación Pew realizó un estudio en 24 países del mundo y concluyó que la popularidad de Bush pasó del 78 por ciento (antes del inicio de la guerra en Irak en marzo de 2003) al 37 por ciento a mediados de 2008.

Cuando George Bush entró en la Casa Blanca, el 20 de enero del 2001, el gobierno no debía dinero -existía un superavit-, EEUU no estaba involucrado en ninguna guerra y la palabra “terrorismo” se usaba sólo para segundos países. Pero las cosas han cambiado mucho en ocho años.

Guerras y crisis

El principal legado de Bush será, sin duda, la invasión a Irak. Es una guerra que comenzó por las razones equivocadas -nunca se encontraron, como aseguraba, armas de destrucción masiva -y contra un país que no atacó a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. El dictador iraquí, Saddam Hussein, ya está muerto. Pero el verdadero responsable de los actos terroristas en Nueva York y Washington -Osama bin Laden- sigue vivito y coleando en las montañas que separan Paquistán de Afganistán.

Más de 4.000 soldados norteamericanos y al menos 88.000 civiles iraquíes han muerto, según cifras del Pentágono y del proyecto Iraq Body Count (www.iraqbodycount.com). Y el coste de la guerra es tan grande que, sin duda, es una de las razones que han arrastrado a EEUU a la actual crisis financiera. Y si de crisis hablamos, hasta diciembre tres millones de personas han perdido sus casas por no poder pagar las hipotecas. Desde luego, la responsabilidad es compartida entre los bancos que otorgaron préstamos a personas que no los podían pagar y de un gobierno que hizo de la vista gorda.

Bush confió ciegamente en que los mercados se autorregularían. Se equivocó. Esa mano invisible nunca apareció. Y ahora todos estamos pagando, literalmente, las consecuencias.

El huracán Katrina

Esta falta de acción gubernamental ante la crisis económica también caracterizó, antaño, la respuesta del gobierno de Bush en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina en 2005. Durante días no apareció en la ciudad, que quedó destruida, y donde flotaban cadáveres por las calles inundadas. Fue justo en ese momento cuándo Bush empezó a caer. Lo recuerdo perfectamente. A las críticas por la lentísima e ineficiente reacción de su gobierno en Nueva Orleans, siguieron nuevas críticas por la gestión de la guerra. Y se desplomó la imagen presidencial. Las encuestas cayeron detrás de él, tanto que en la última campaña electoral ni siquiera los candidatos al Congreso de su propio partido querían aparecer en la misma fotografía.

En su último discurso, Bush dejó entrever que ha evitado otro 11S. Es cierto que pudo proteger a EEUU frente a otro ataque terrorista masivo en propio suelo. Hay que darle crédibilidad. Pero eso no significa, tampoco, que en EEUU estén ahora más seguros que antes.

Confianza

Pero tras los enormes vacíos que deja Bush, creo en la enorme capacidad de EEUU de reinventarse. Lo ha hecho antes y lo volverá a hacer. EEUU es un país que casi nunca se atasca en el pasado y que está acostumbrado a ver hacia el futuro. Es el sorprendente poder de esa democracia. Cuando algo o alguien no funciona, es o son reemplazados. No todos los países pueden decir lo mismo, y mucho menos aquí en España.

Lo más importante es que el mundo sigue creyendo en EEUU a pesar de Bush. Un ejemplo. Tras explotar la crisis financiera a nivel mundial, ¿qué hicieron los inversores? Comprar dólares y bonos de la tesorería estadounidense. El euro pronunció sus caídas iniciadas pocas semanas atrás. Es una muestra inequívoca de confianza en su sistema.

Así que para millones de personas, dentro y fuera de EEUU, el cambio pocas veces había tardado tanto en llegar. Por eso hoy hemos vivido dos momentos históricos; protagonizados entonces por dos hombres: el que llega a la presidencia prometiendo una nueva era y, por el hombre que se va.

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