dimecres, 21 de gener del 2009

No fue Obama, sino Roberts

LO QUE EN TELEVISIÓN llamamos contra plano y escuchar sosegadamente el momento de la jura de Barack Obama como presidente de EEUU hacen que debamos admitir que no fue a Obama a quién los nervios jugaron una mala pasada, sino al presidente del Tribunal Supremo. Los segundos de confusión que se vivieron durante el juramento fueron provocados por el juez John Roberts, que se equivocó al recitar el texto previsto por la Constitución.

"Yo, Barack Hussein Obama, juro solemnemente cumplir con las funciones de presidente de EEUU fielmente" eran las palabras que debía pronunciar el presidente del Supremo para que Obama las repitiera tras él. Sin embargo, el juez se comió "las funciones de".

Obama pareció darse cuenta del error y se quedó en silencio durante unos instantes, por eso creímos que se había equivocado o precipitado, antes de que Roberts se diera cuenta y corrigiera el error. Obama se limitó entonces a repetir el juramento tal como lo escuchó.

Aún así el hecho no tendrá mayor trascendencia. El profesor de Derecho Constitucional Jeffrey Rosen asegura que el error del presidente del alto tribunal no afectaba para nada la validez de la investidura. Ahora sólo nos hacía falta que algún abogado con ganas de protagonismo decidiera recurrir el nombramiento por 'defecto de forma'.

El juez también puede estar tranquilo. Cuentan los corresponsales que asistieron a las cenas de gala, que durante el almuerzo, tras la ceremonia, Roberts pidió disculpas públicamente a Obama, que se rió y le tendió la mano.

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