'Rubalcaniano'

EN PLENA EMERGENCIA ECONÓMICA europea, Zapatero ha leído en una cuartilla lo que Rubalcaba le había escrito el miércoles pasado: el nombre de los protagonistas de la última crisis de gobierno que afrontará el actual inquilino monclovita.

La lista era corta, porque en realidad sólo había que nombrar a un ministro, el del Interior. La mano derecha del ahora presidente in pectore ha ascendido de secretario de estado a ministro. No pierde pepunto el control del departamento que le puede dar la baza para ganar las elecciones a un Rajoy que ya busca cocineros para palacio.

De manera que la remodelación del Ejecutivo se la ha diseñado Rubalcaba a Zapatero, también le hizo la crisis cuando quiso y no a la inversa. Hay dos rasgos que así lo evidencian. El primero: ¿Quién si no habría nombrado Rubalcaba para esos puestos vacantes? Él hubiera llevado la misma lista al Rey que este lunes ha leído ZP, es decir Camacho en Interior, Salgado en Economía (faltaría más, la puso él), y Blanco de portavoz. Y mientras Jáuregui calentando banquillo, muy rubalcaniano todo ello.

Segunda certeza de la autoría de la última anotación en el cuaderno azul de ZP: la mini crisis es tan mini, que no nublará informativamente el baño de masas que Rubalcaba se dio el sábado y que espera que dure. Esta reestructuración ad hoc permite también convocar elecciones a conveniencia del ‘nuevo’ candidato. Quienes le conocen bien destacan sobre todo el don de la oportunidad… política.

Zapatero no ha tenido más remedio que ceder las atribuciones que la Constitución le otorga. Sólo el presidente del Gobierno tiene facultades para diseñar su organigrama. Pero intentar reformar la nómina de ministros según su criterio y venderlo como un Ejecutivo fuerte para encarar los ocho meses de mandato, hubiera dejado en mal lugar a Rubalcaba al calar en la opinión pública que el supuesto nuevo gobierno era más competente que el anterior.

La irrelevancia de los cambios en el Gobierno apunta pués que Zapatero ha tirado ya la toalla y que convocará elecciones para otoño. Rubalcaba mientras ya va pensando en qué fecha le viene bien.