dimarts, 29 de setembre del 2009

Zapatero en la radio

LA DISTANCIA CORTA FAVORECE la confidencia pero no en la radio. Y menos si la radio está bajo sospecha de inesperada desafección. El asunto estuvo flotando durante toda la entrevista que le hicieron a Zapatero en la SER. Por cierto, que el presidente reconoció que, efectivamente, cuando habló de un editorial y tres tertulias, como pregoneras de un supuesto malestar interno en el PSOE por la política económica del Gobierno, se estaba refiriendo al grupo de comunicación al que pertenecía la cadena radiofónica y el entrevistador ante los que compareció este lunes, o sea, Prisa.

Pelillos a la mar. Sobre todo después de proclamar que ese grupo de comunicación ha hecho grandes aportaciones a la Democracia alumbrada en España en la Constitución de 1978, si bien en esta ocasión había exagerado la nota. Fue su forma de explicar que el Gobierno ha sido absolutamente neutral en la regulación de la TDT de pago en vísperas del apagón de la televisión analógica, previsto para el próximo mes de abril. Y que la decisión se tomó en nombre de los intereses generales, los cuales no tienen por qué adaptarse en un determinado momento a los intereses de los “poderosos”.

Fue la pregunta del millón: “Oiga, ¿quiénes son los poderosos?”. Solo le faltó decir me alegra que me haga usted esa pregunta porque así encontró el pie para describir por enésima vez la política en la que, según él, es perfectamente reconocible el PSOE: protección social como objetivo prioritario, aunque sin olvidar las medidas que tratan de reanimar la actividad económica. Y en la reafirmación de la protección a los más débiles, la identificación de los poderosos: “Quienes piden que rebajemos las condiciones del despido laboral, los que vienen a pedir ayuda en plena crisis, los que tienen prioridades diferentes a las del Gobierno, que son: mantener los derechos de los trabajadores, seguir con el incremento de las becas, ayudar en los alquileres”.

Por lo demás, autobombo y generales de la ley. En política exterior, por ejemplo, presumió de haberle encontrado un puesto a España entre los grandes (G-20) sin perder el aprecio de los países pobres gracias a la política en materia de cooperación. Y en lo referente a los medios de comunicación, se mostró orgulloso de haber logrado ya una radiotelevisión pública plural, independiente y sin publicidad. Presumió también de haber dotado a la España interior de más cohesión territorial, gracias a unas reformas estatutarias que, como en el caso de Cataluña, han venido a reforzar el Estado de las Autonomías.

¿Novedades? Ninguna. Sigue justificando la subida de impuestos por razones de solidaridad, sigue diciendo que aún es pronto para saber si se presentará a las próximas elecciones generales e insiste en que en breve llamará a Mariano Rajoy para intentar consensuar la política energética y la política educativa.

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