En riguroso diferido

EL PSOE NOS ESTÁ llevando de cabeza a una nueva era post marxista ¿Qué no? Sólo Marx gestionaría una tele pública como lo está haciendo Zapatero por dejación en la vicevogue. En este momento algún crédulo me recordará que el Ente es autónomo e independiente del Gobierno ¡Inocente! Que Luís Fernández –el presidente de RTVE- no sepa lo que vaya a hacer De la Vega la semana que viene con su tele, no significa que RTVE se haya emancipado. Simplemente que se enterará por El País de los programas que tienen que echar, como dice mi abuela, la semana que entra. Para todo lo demás, Fran Llorente.

Pero a lo que iba, en plena temporada taurina las tardes de gloria se sintonizan en los canales de la Casa y no en el pago-por-visión, donde dan los toros. Las grandes faenas se ven por la 1 y la 2 y el canal Internacional. Y si me apuráis hasta por el 24 horas, que ya es mucho decir. Será porque es San Isidro que TVE ha encadenado dos corridas que hasta le pueden costar el puesto a la mismísima Soraya, la de Eurovisión. Y ella en Moscú sin enterarse y sin saltar al ruedo, la pobre. De momento, la primera cabeza en rodar ha sido la del director de Deportes, Julián Reyes, por zamparse la pitada al Rey, al Himno y a todo lo que se movía en Mestalla en el inicio de la retransmisión de la final de la Copa del Rey.

Alguien en Torrespaña, o en Moncloa, decidió que era mucho más importante ver como los aficionados se concentraban en San Mamés frente a pantallas gigantes que no que miles de personas monten un numerito al Rey. Buen criterio: el día que te explican en la facultad de periodismo que una tele tiene que contar lo que está pasando tal y como acontece, este hizo pellas o estaba sacándose el carné del PSOE. Así que se le fueron las falanges y le dio al botoncito ‘pinchando’ a un desconcertado corresponsal en Bilbao, que no sabía muy bien qué hacía él en directo en ese preciso momento. Ni Urdaci lo habría hecho mejor.

La alternativa fué dar el momentazo en diferido durante el descanso, por orden de Javier Pons –el director de TVE-. Pero por la gracia de no se sabe muy bien quién, lo están investigando, la reposición se ofreció con el Himno en primer plano de audio, camuflando la pitada y con inserciones de los aficionados, algunos había, que se mostraban respetuosos con la Marcha Real. Es decir se emitió un video censurado y manipulado.

Faena de dos orejas. Pero la lidia siguió con los san rodrigos esparcidos por el mundo a quienes torearon programando el partido también en diferido, dos horas después, por el canal Internacional. El rabo se lo cobró la vicevogue ayer por aclamación en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que vino a decir ‘¡yo no he sido!’, declaraciones que sirvieron a Vicente Vallés para rematar la Feria de TVE en su programa: analizó el escándalo en su ‘barra’ de debate, “porque aquí se habla de todo y somos imparciales”, hasta de asuntos “menores” como este.

Y entretanto Vallés debatía con sus colegas la omisión de la pitada de Mestella, en Prado del Rey se tiraban de los pelos. Empezó la segunda feria, esta vez el ganado fueron los eurofans. El tenis duraba más de la cuenta y la semifinal de Eurovisión ya había empezado. Solución: el festival en diferido. Es más importante Fernando Verdasco que unos moldavos cantando, y puede que tengan razón. Pero las normas de la Unión Europea de Radiodifusión establecen que la semifinal se dé en directo para ofrecer la opción del televoto a la audiencia.

Hoy se plantean expulsar a TVE de Eurovisión por alterar con esta decisión los resultados de las finales. Así que Soraya podría quedarse sin ‘cantar’ este sábado. Alegarán problemas técnicos, si los pueden demostrar la extremeña podrá actuar, ni que sea en riguroso diferido. Aunque si yo fuera Javier Pons dejaría que me echaran, hay que ahorrarle trabajo a De la Vega que, a partir de enero, será vicevogue europea y no tendrá tiempo para supervisar causas tan frikies. Aunque Marx lo habría hecho.