Pero me sorprendería que Bush se dejara algo en la Casa Blanca. Cuentan que tiene muy buena memoria y además un equipo de unos 500 mayordomos se encargó de hacer la mudanza. Tantos serivientes ¿y nadie vió a Aznar con la boca abierta alli abajo?
Estoy convencido de que el que recogió el Despacho Oval el día del traslado era el mismo funcionario que tenía que mandar las invitaciones para asistir a las últimas condecoraciones otorgadas por Bush a Tony Blair, Alvaro Uribe y otros aliados. O sea, un tipo descuidado. No hay otra explicación.
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