LAS COTIZACIONES DEL SECTOR BANCARIO están sufriendo en estas primeras semanas de 2009 de forma considerable. Las caídas se iniciaron en EEUU, con caídas del 50% en Citi y Bank of America, continuaron en Reino Unido, con Royal Bank of Scotland perdiendo un 70% de su valor en un solo día, para extenderse después a la casi totalidad del sector en Europa.
La explicación dada por Bern Bernanke, presidente de la FED -el banco central de los EEUU-, el 13 de enero sobre la situación de la banca americana ayuda a entender el escenario actual y la reacción de los mercados.
De acuerdo con Bernanke, las medidas de política fiscal difícilmente generarán una recuperación duradera si no van acompañadas de medidas que estabilicen y fortalezcan el sistema financiero. Estas declaraciones se han realizado después de inyectar 250 millardos de dólares en el capital de los bancos americanos. Aún así, considera que no es suficiente. Las pérdidas procedentes de fallidos y de la provisión por depreciación de activos seguirán presionando los balances de los bancos por algún tiempo.
Mientras los bancos mantengan un alto porcentaje de su balance en activos “problemáticos” o difíciles de valorar por la inexistencia de un mercado real, los inversores privados no entrarán en el capital de los bancos, ni las entidades se fiarán unas de otras. A su vez, dada la incertidumbre de las propias entidades, no se verán en condiciones de incrementar los créditos a la economía real.
Para Bernanke, la única solución a este círculo vicioso es la inyección de capital público en las entidades, adquiriendo los activos “problemáticos”. Si dicha operación se realiza a precio de mercado implicaría una pérdida para la entidad, lo que provoca la necesidad de recibir capital adicional para reponer dichas pérdidas.
Bernanke reconoce que este tratamiento diferencial al sistema financiero frente a otros sectores puede ser difícil de aceptar por los ciudadanos, pero lo considera inevitable. Nuestro sistema económico es totalmente dependiente del flujo del crédito. Los efectos destructivos sobre la economía en caso de inestabilidad del sistema financiero son enormes. Mientras no fluya el crédito la economía no se recuperará.
Se podrá estar de acuerdo o no con Bernanke, pero al menos realiza un análisis claro sobre la situación, exponiendo las medidas a tomar. Desafortunadamente en Europa, al menos de momento, no parece que nadie esté dispuesto a hacer de Pepito Grillo y proponer las medidas que aunque traumáticas a corto ayudarían a acortar la duración de la crisis. Cuanto antes se afronten los problemas menos costosa es la solución.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada