La crisis se ceba con el metal catalán

LOS TRES AÑOS DE crisis económica se han cobrado una elevada factura al sector metalúrgico catalán. Un total de 3.325 compañías del ramo han cerrado desde diciembre de 2007 a diciembre de 2010, es decir, el 26,51% . El ajuste en términos de empleo también ha sido duro y más de 68.000 profesionales han perdido su trabajo, el 29,6%, según el presidente del Gremi Metal·lúrgic de Sabadell, Gabriel Torras.

Aunque el impacto ha sido severo en las cuatro provincias, los datos son particularmente elocuentes en Lleida y Tarragona. Las compañías que se han quedado en la cuneta suponen el 28,41% y el 29,52% respectivamente según ha contrastado Economía Digital en estadísticas de la Seguridad Social. A parte quedarían los autónomos metalúrgicos.

En el sector se es pesimista y no se percibe una recuperación clara. “Difícilmente, una industria que cierre volverá a abrir”, explica Torras. La desindustrialización “es nuestra mayor preocupación –asegura el directivo empresarial a ‘La Plaza’- ya que hay poca emprendeduría en el ámbito industrial”.

Un futuro gris

El metal se une a la construcción y al pequeño comercio en la lista de sectores más afectados por el actual ciclo económico, según las patronales. Para Gabriel Torras “la percepción es que las empresas metalúrgicas no acaban de ir bien, aunque vayan mejor que el 2010”.

Este año tampoco “ha arrancado bien”, explica el directivo, y las expectativas de recuperación pasan sobre todo por las empresas con orientación internacional, “que hayan hecho los deberes y que se puedan financiar”. El presidente del Gremi Metal·lúrgic confía en el efecto tractor que este grupo de compañías pueda ejercer sobre el resto de empresas del metal catalán.