La subida de impuestos

OTRA LEY DE PRESUPUESTOS y otra sarta de mentiras y una nueva oportunidad perdida para hacer un buen diagnóstico económico de España. El proyecto presentado hace unos días por la ministra Salgado es un cúmulo de previsiones irreales, aborda la subida de impuestos más fuerte de la Historia y no refleja ni un ápice de austeridad en el gasto público. Es más, las partidas con que se le ha llenado la boca al Gobierno descienden y siguen subiendo los gastos inútiles y superfluos. El esfuerzo, como eufemísticamente llaman a la subida de impuestos, se le pide a más del 90 por ciento de los ciudadanos, mientras vemos cómo no se reducen los altos cargos, ni los ministerios inservibles, ni los coches oficiales, ni los asesores. No contienen estos presupuestos ni un átomo de ejemplaridad dada la situación de recesión en la que estamos y de la que vamos a salir Dios sabe cuándo.

Los presupuestos empiezan mal su andadura puesto que falsean las cifras de gasto, de ingresos, de desempleo, de crecimiento de la economía, de déficit y de endeudamiento. Es decir, el contenido básico de un presupuesto. Para más escarnio, la Ministra ha confirmado lo que nos temíamos: la subida de impuestos no será temporal a pesar de que Zapatero aseguró lo contrario hace unos días. Dice Salgado, sin embargo, que el incremento fiscal está muy pensado. Y mira que me extraña, porque han conseguido aunar a gentes dispares en su contra. De hecho un 70% de los españoles opina que el Gobierno improvisa, según una encuesta que publica este domingo La Vanguardia, y que además da por hecho el vuelvo electoral.

Dejemos las encuestas para otro momento y volvamos a la crónica negra: el Gobierno además de anunciar que sube el IVA, el IRPF (desaparecen los famosos 400 euros) y penalizar el ahorro; se reserva la posibilidad de incrementar aún más los impuestos. De hecho hay que recordar que la recaudación prevista con estas subidas es de 11.000 millones de euros y que Zapatero dijo en Nueva York que espera ingresar 15.000 millones. Seguramente algunas cartas se las guardan en la manga para la negociación de los apoyos en el Congreso necesarias para sacar estos presupuestos.

La Ministra sigue empeñada en vendernos que la subida de impuestos recaerá en los que más tienen. Pero esta mentira seguirá siéndolo por más que lo repita en solitario o a coro. Miedo da escuchar a Leire Pajín, la vicepepiña o la número tres del PSOE (según se mire), convertida en profesora de matemáticas, cuando demuestra que no sabe sacar ni un porcentaje. Desde luego cómo vayan puerta a puerta explicándo a los españoles el asunto con las notas de Pajín van a proponer internarla en el 'Curso del 63', el nuevo programa de Antena 3; a ver si así aprende algo, ni que sea a diseccionar ranas.

Pero por mucho que en el PSOE aprendan expresión oral, hay posiciones que no se pueden explicar, ni el mejor portavoz del mundo tendría credibilidad defendiendo este mochuelo, sobre todo porque hace apenas dos meses, todo el coro socialista insistía con mucho énfasis que no se iban a subir los impuestos. Así que ya los tenemos de nuevo; siguen tratándonos por lerdos, pero cada vez tragamos menos y por menos tiempo. Las mentiras empiezan a no colar. Se ha abusado mucho de ello y no me cabe la menor duda de que tendrá consecuencias. Puede que no hayamos sido suficientemente reflexivos en otras cuestiones planteadas por Zapatero, algunas seguramente más graves, pero cuando del bolsillo se trata, la cosa cambia. Y aquí Zapatero quizás no ha echado bien las cuentas.