LOS DATOS DE PARO no sólo prueban el grave deterioro de la economía, sino también la ineficacia de los servicios públicos de empleo para dinamizar el mercado laboral y adecuar la oferta a la demanda. Ya hay casi 3,5 millones de parados -ayer supimos que en febrero hubo 154.000 nuevos- y el Inem sólo gestionó el 2% del total de las contrataciones de 2008.
Es decir, la principal herramienta para mediar en el mercado de trabajo apenas sirve como un contabilizador de parados y para tramitar subsidios. De hecho, muchos desempleados sin derecho al seguro del paro prefieren no someterse a la burocracia del Inem. El último informe del BBVA asegura que en 2010 se superarán los 4,5 millones de parados. Una reforma en profundidad tanto del mercado laboral como del Inem es inaplazable.
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